Cuadros de los Reales Palacios

En 1789 se constituye en Madrid la Compañía para el grabado de los reales palacios con el fin de divulgar el magnífico patrimonio artístico de la antigua escuela española por Europa, donde no era tan conocido.

Así el rey Carlos IV autorizó a la Compañía para que reprodujesen las pinturas de la colección real. Comenzaron a abrirse las láminas a los tres meses de dicha autorización por los mejores grabadores nacionales e internacionales. Su dirección artística fue desempeñada durante un tiempo por Manuel Salvador Carmona en grabado y Francisco Bayeu en dibujo.

En 1812 se ordenaron depositar las matrices en la Imprenta Real y cuatro años más tarde se adquirieron por la Real Calcografía dichas láminas, como las estampas y los dibujos.

En su proceso de creación llegaron a la Calcografía un total de 50 y tan solo 24 se publicaron. Uno de los detalles más importantes en torno al trabajo del grabado de esta colección fue el uso de la técnica de la talla dulce.

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